DE
MALAGA A DURBAN - REFLEXIONES SOBRE LOS APORTES DEL MEDITERRANEO
AL Vto. CONGRESO MUNDIAL DE AREAS PROTEGIDAS
Pedro Rosabal
Oficial de Programa
Programa de Áreas Protegidas de la UICN
Introducción:
El Congreso Mundial de Parques se celebra cada diez años
como el único y más importante foro internacional
sobre áreas protegidas. Este evento ofrece una oportunidad
única de hacer un análisis sobre el desarrollo de
las áreas protegidas (APs) y evaluar objetivamente los
avances y retrocesos, como punto de partida para guiar el curso
de la agenda mundial sobre áreas protegidas en la próxima
década.
El Congreso es un importantísimo evento internacional
para su organizador, la UICN, ya que contribuirá a conformar
el programa a largo plazo de la Unión sobre áreas
protegidas y a identificar nuevas ideas y conceptos a ser promovidos
en las agendas globales vinculadas al medio ambiente y el desarrollo
sostenible. Aunque el primer Congreso de Parques (Seattle, USA,
1962) no estuvo centrado en un tema específico todos los
ulteriores congresos han marcado hitos sobre aspectos prioritarios
vinculados al establecimiento y manejo de las áreas protegidas
(ver recuadro).
Temas
abordados en los diferentes Congresos
1972, celebrado paralelamente en los Parques Nacionales de
Yellowstone y Grand Teton, USA. Tema:
"Parques Nacionales -Patrimonio para un Mundo Mejor"
- Se resaltó la importancia de los parques como parte
de la herencia de la humanidad. Muchas de las ideas discutidas
fueron consideradas en la Convención de Patrimonio
de la Humanidad de la UNESCO (Paris, 1972).
1982, Bali, Indonesia -
Tema: "Parques para el Desarrollo" -
Se destacó la importancia de las áreas protegidas
como opciones para el desarrollo económico a nivel
local y nacional y se promovió la idea del manejo participativo
de las áreas protegidas.
1992, Caracas, Venezuela -
Tema: "Parques para la Vida" - Se promovió
la importancia de integrar el manejo de las APs a escala de
planificación regional y de fortalecer la participación
de las comunidades locales y de otros actores en el establecimiento
y gestión de las APs.
El desafío a enfrentar por el Vto. Congreso Mundial de
Parques (Durban, República de África del Sur, 8-17
de Septiembre, 2003) será demostrar la relevancia de las
áreas protegidas para las diversas agendas internacionales
y regionales en los ámbitos económico, social y
ambiental. El tema del Congreso, "Beneficios
Más Allá de las Fronteras", pretende
estimular un pensamiento más amplio sobre las áreas
protegidas que se enfrentan a un mundo en rápido cambio:
retos existentes, oportunidades, valores, responsabilidades de
los diferentes actores vinculados a las áreas protegidas
y beneficios que aportan los productos y servicios ambientales
derivados de las mismas.
Aunque para muchos el objetivo central del Congreso de Durban
se concentra en como mostrar los "beneficios" de las
áreas protegidas se tiende a pasar por alto una importante
perspectiva del tema del congreso: la de trabajar "más
allá de las fronteras". Es en este ámbito que
la UICN ha concedido particular importancia a este evento regional
sobre "Conectividad ambiental: las áreas protegidas
en el contexto del Mediterráneo" ya que se enmarca
en uno de los temas prioritarios a discutir en Durban: como lograr
mejores vínculos y conectividad entre las áreas
protegidas y el paisaje circundante.
Esta ponencia propone a discusión una serie de ideas sobre
cual podría ser la contribución del Mediterráneo
al Congreso de Durban. Las mismas parten de un análisis
personal de las particularidades, oportunidades y desafíos
que enfrenta la región en cuanto a iniciativas de conectividad
y proyectos bioregionales, por ello deben ser tomadas como opiniones
técnicas a titulo de experto y no como pronunciamientos
u opiniones a nombre de la UICN. Será para mi un gran placer
poder contribuir en el seguimiento de este importante taller y
apoyar a la región, a través del Centro para la
Cooperación en el Mediterráneo de la UICN, en el
proceso regional que se ha previsto para contribuir al Vto. Congreso
Mundial de Parques.
El
Mediterráneo ¿un caso especial?
La historia del desarrollo de la sociedad en la cuenca del Mediterráneo
-el "mare nostrum" de los antiguos- se caracteriza por
la existencia durante milenios de estrechos vínculos ambientales
y culturales que han condicionado el uso de sus recursos naturales.
El comercio y la navegación supeditaron el desarrollo ganadero
y agrícola en las tierras cercanas a las zonas costeras
o a ríos navegables que dieran acceso a los principales
puertos. La importancia de la producción y comercio de
la sal -que por muchos años fue utilizada como moneda de
cambio- condicionó el desarrollo de numerosas salinas de
pequeña extensión en los humedales costeros, las
cuales hoy constituyen áreas importantes para la conservación
de aves en la región (Birdlife Internacional, 2000; Marín,
C., comunicación personal, 2001). La pesca fue -y continua
siendo- una de las principales actividades económicas de
la región -y también una causa importante de conflictos-
que sin embargo no se ha revertido en una mayor atención
en cuanto al uso de las áreas protegidas marinas como mecanismo
para el mantenimiento de las pesquerías. Esto se refleja
en el hecho de que hasta mediados de la década del 90 solo
el 11.8% (0.2 millones de hectáreas) de la superficie incluida
en todas las áreas protegidas costeras del Mediterráneo
(1.7 millones de hectáreas) se dedicaban a la protección
de los ambientes marinos (IUCN, 1995).
Por otra parte el desarrollo de importantes civilizaciones y
culturas en el Mediterráneo ha estado íntimamente
vinculado a la protección de áreas naturales. En
1240, durante el reinado de Abou Zakaria de la dinastía
Hafside, se crearon y protegieron reservas para la caza en el
Lago Ichkeul, Túnez, cuyo manejo continuó hasta
el periodo del Imperio Otomano en el Siglo XX. Hoy algunas de
estas reservas forman parte del Parque Nacional de Ichkeul. Los
griegos y romanos fueron quizás los primeros en establecer
áreas protegidas. En la Historia Natural escrita por Caius
Plinius Secondus se describen acciones tomadas por el Imperio
Romano para el establecimiento de sistemas de bosques y otras
áreas que eran especialmente controladas y protegidas para
la protección de la fauna salvaje (Mallet, 1991). Por otra
parte debe hacerse mención especial del sistema de himas
concebido bajo el Islam y que el profeta Muhammed consolidó
mediante un marco legal que continua gobernando el manejo de estas
áreas protegidas para el beneficio de las comunidades.
Por lo tanto puede decirse que el Mediterráneo, a diferencia
de otras regiones, cuenta con una experiencia milenaria sobre
áreas protegidas.
La interacción entre el hombre y la naturaleza que durante
milenios ha caracterizado el desarrollo en Europa, incluyendo
el Mediterráneo, ha dejado una imprenta particular en el
paisaje que ha servido de base parra el desarrollo del concepto
de paisajes culturales. Hasta hace relativamente poco tiempo los
paisajes culturales no fueron en general el foco de la atención
internacional como mecanismo de conservación. En muchos
casos esto se supeditó a la concepción errónea
de que se trataba de un concepto "euro-céntrico"
e interesado básicamente en la apariencia visual del paisaje
y no en el mantenimiento de áreas naturales.
Durante el IV Congreso Mundial de Parques (Caracas, Venezuela,
1992) el concepto de paisaje cultural fue intensamente debatido
y finalmente aceptado, lo que influenció la definición
de la Categoría V, Paisajes Protegidos; una de las 6 categorías
de manejo de áreas protegidas consideradas en el sistema
internacional propuesto por la UICN (IUCN, 1994). De hecho esto
constituye un innegable aporte de Europa al movimiento internacional
de áreas protegidas, aporte que se ha visto apoyado por
los resultados de las investigaciones en biología de la
conservación que han mostrado la necesidad de promover
las acciones de conservación y manejo de recursos naturales
a una escala regional, más allá de los límites
de las áreas protegidas, vinculando las mismas a otras
formas de uso de las tierras y promoviendo el establecimiento
de corredores biológicos. La importancia de lograr la conectividad
entre las APs y los paisajes circundantes también ha estado
apoyada por un mejor entendimiento de la relación naturaleza-cultura:
frecuentemente sitios de alta diversidad biológica coinciden
con sitios de alta diversidad cultural que son el resultado de
una larga y continua interacción entre el hombre y su entorno
(Brown y Mitchell 2000).
¿Cuál
es la situación en el Mediterráneo?
Considerando la influencia Europea en el desarrollo conceptual
y práctico de los paisajes protegidos (Categoría
V, UICN) así como las numerosas iniciativas en el establecimiento
de corredores biológicos, tanto a nivel regional como de
los diferentes países (IUCN, 1994; Synge,H., 1997), y sobre
la base de que los paisajes del Mediterráneo son predominantemente
paisajes culturales, sería lógico pensar que el
desarrollo y aplicación de este concepto haya sido ampliamente
aceptado en todos los países que componen la cuenca del
Mediterráneo. Sin embargo este no es el caso.
Mientras que en los países que conforman la parte norte
de la cuenca mediterránea los paisajes protegidos (Categoría
V, UICN) constituyen el 65% de toda la superficie dedicada a áreas
protegidas esta cifra solo alcanza el 8% de todas las áreas
protegidas existentes en los países del Norte de África
y el Medio Oriente. Mientras en la porción Europea del
Mediterráneo el establecimiento de corredores biológicos
y otras acciones para promover la conectividad entre las áreas
protegidas son promovidas por iniciativas regionales tales como
Natura 2000, ECMEN y EECONET y son apoyadas por la Convención
Europea sobre el Paisaje (ver recuadro), en la porción
meridional del mediterráneo estas iniciativas están
ocurriendo de forma aislada a nivel nacional o sub-nacional y
no son contempladas en la mayor parte de la legislación
nacional sobre áreas protegidas que aún concede
un mayor peso al uso de categorías de manejo más
restrictivas (Categorías I-IV de la UICN).
La
Convención Europea sobre el Paisaje (CEL)
La CEL entrará en vigor cuando 10 Estados Miembros
la hayan ratificado. Su objetivo es el de "promover
la protección, el manejo y la planificación
del paisaje, así como organizar la cooperación
Europea en temas sobre paisajes" (artículo 3).
La CEL considera todos los paisajes incluyendo "áreas
naturales, rurales, urbanas y peri-urbanas" (artículo
2) y no se concentra en las áreas protegidas. No
obstante es un marco legal muy importante en temas de conectividad
ya que aboga por:
Reconocimiento del concepto del paisaje en la legislación
nacional;
Desarrollo de políticas sobre la planificación,
protección y manejo del paisaje;
Desarrollo de procedimientos para la participación
pública en la planificación y manejo del
paisaje;
Integración del concepto del paisaje en las políticas
de planificación regional y urbanística;
Adopción de políticas específicas
sobre la concienciación pública, la capacitación,
la educación, y la definición de criterios
sobre la calidad del paisaje, y;
Cooperación regional para la ejecución
de políticas y programas, intercambio de información
y trabajo conjunto en la planificación, protección
y manejo de paisajes transfronterizos.
Considerando todo lo anterior el Mediterráneo es en efecto
un caso especial: es una región que comparte ecosistemas
de importancia regional e internacional, con raíces comunes
en cuanto al desarrollo social que han condicionado el predominio
de paisajes culturales que alternan con importantes áreas
naturales. Como en muchas partes del mundo la protección
y manejo de este ecosistema compartido -el Mediterráneo-
requiere el esfuerzo de todos los países para lo cual existe
un marco legal -la Convención de Barcelona de 1996- y mecanismos
institucionales -tales como el Plan de Acción para el Mediterráneo
del PNUMA y el Centro de Actividades Regionales para Áreas
Especialmente Protegidas- que permiten la coordinación
y promoción de dichos esfuerzos. También trabajan
en la región diversas ONGs, tanto nacionales como internacionales,
muchas de las cuales son miembros de la UICN. Además existe
una amplia red de expertos que apoyan el trabajo de la UICN en
el marco de sus diferentes comisiones, principalmente a través
de la Comisión de Supervivencia de Especies y la Comisión
Mundial de Áreas Protegidas. En síntesis el Mediterráneo
es una región donde mucho se ha logrado pero donde mucho
más queda aún por hacer.
El
Congreso de Durban: Oportunidades y Desafíos para el Mediterráneo
Como se ha mencionado todos los congresos de parques han marcado
hitos en el movimiento mundial de áreas protegidas y lo
mismo se espera del Congreso de Durban. Este congreso es aún
más importante que los anteriores ya que se enmarca en
el comienzo de un nuevo siglo lo que permite analizar los logros
alcanzados y los problemas aún por resolver y como enfrentar
los mismos.
El nuevo siglo trae también nuevos retos y oportunidades:
el poder político se está descentralizando; una
gran cantidad de información está a nuestro alcance
con solo dar un "clic" en nuestros ordenadores; los
efectos del cambio climático -que hasta hace poco se tomaban
como "especulaciones"- se están haciendo sentir
en muchas regiones y llaman la atención sobre la necesidad
de reestablecer los procesos ecológicos que rigen el planeta;
se ha aceptado la necesidad de trabajar a nivel bioregional y
de aplicar un enfoque de manejo de ecosistemas; los ciudadanos
están obteniendo mayor acceso a los procesos de planificación
y toma de decisiones; se han desarrollado nuevas herramientas
y métodos de planificación financiera, gestión
adaptativa y contabilidad en el manejo de los recursos naturales.
Por otra parte el mundo se encuentra cada día más
dividido, las diferencias entre ricos y pobres se hacen cada vez
mayores y en muchos casos son la causa de numerosos conflictos.
Por lo tanto el principal reto del Congreso de Durban es como
lograr reposicionar el importante papel que pueden jugar las áreas
protegidas para la humanidad en el Siglo XXI.
¿Qué
significa el Congreso de Durban para el Mediterráneo?
La región puede prepararse hacia el Congreso de Durban
utilizando dos enfoques: (a) un enfoque "tradicional"
- ¿Qué hemos logrado?, o; (b) un enfoque "vanguardista"
- ¿Dónde queremos estar cuando se celebre el VI
Congreso de Parques? Sin duda ambos enfoques son necesarios -las
lecciones del pasado nos pueden ayudar a planificar el futuro-
pero la cuestión fundamental es ¿donde poner el
énfasis y los esfuerzos regionales de cara a Durban?
El enfoque "tradicional" puede enmarcarse en la preparación
de un conjunto de productos específicos:
Informe regional de avances, experiencias y lecciones aprendidas
en la aplicación de los principios de conectividad y
planificación bioregional en el Mediterráneo.
Identificación de obstáculos legales, institucionales
y de capacidades técnicas que limitan la aplicación
de estos principios y como solucionar los mismos.
Informe sobre el estado de las áreas protegidas -terrestres
y marinas- en la región. Identificación de vacíos
biogeográficos que deben ser cubiertos para fortalecer
la Red Regional de APs y de las categorías de manejo
que deberían utilizarse para dar respuesta a una amplia
gama de objetivos de conservación y desarrollo.
Avances alcanzados en la ejecución de importantes programas
regionales vinculados a la planificación y gestión
de APs, incluyendo aquellos que son liderados por la UICN como
el Plan de Acción para las Áreas Protegidas en
Europa: "Parques para la Vida".
Aunque estos análisis son necesarios y sin dudas contribuirán
positivamente a la agenda del Congreso de Durban sería
recomendable que los especialistas de la región vean el
proceso que conduce al Congreso como una oportunidad única
para el diseño y lanzamiento de nuevas iniciativas. En
este sentido debería valorarse el uso de las capacidades
institucionales que existen en la región, así como
canalizar la energía de los especialistas y técnicos
que trabajan en la misma, en la preparación de nuevas iniciativas
que podrían lanzarse en Durban como mecanismo para la obtención
de fondos y apoyos adicionales que permitan su ejecución.
Algunas posibilidades a considerar podrían ser:
El lanzamiento de una iniciativa Mediterránea de Corredores
Marino-Costeros: la conservación y uso sostenible de
muchos de los ecosistemas compartidos de la región -como
las praderas marinas y arrecifes coralinos de importancia vital
en el manteniendo de las pesquerías- podrían beneficiarse
de un proyecto de tal magnitud. El mismo podría enmarcarse
y apoyar a otras iniciativas que se ejecutan en el marco del
Plan de Acción para el Mediterráneo o acciones
vinculadas a la Convención de Bonn, como el Acuerdo para
la Conservación de Cetáceos en el Mar Negro, el
Mediterráneo y áreas contiguas del Atlántico
(AIDE, 2001). Aunque puede resultar una idea ambiciosa vale
mencionar que las regiones de Centro y Sur América se
encuentran trabajando en el diseño de un corredor marino
entre las Islas Cocos en Costa Rica y las Islas Galápagos
en Ecuador, iniciativa que ha sido del interés del PNUD
y el GEF.
Alianza Mediterránea sobre Turismo y Áreas Protegidas:
el sector turístico es un importante renglón económico
para la región -aunque también ha sido la causa
de impactos ambientales y sociales significativos- que pudiera
convertirse en un nuevo aliado en la conservación de
áreas protegidas. Aunque este sector es muy variado pudiera
promoverse una aproximación al segmento vinculado al
desarrollo de cruceros marítimos. Una iniciativa similar
se está discutiendo en la región del Caribe con
el objetivo de ser lanzada durante el Congreso de Durban.
Desarrollo de una"Posición Mediterránea"
sobre Áreas Protegidas: este podría ser un documento
de carácter técnico que pudiera ser incorporado
en el marco de las agendas de políticas ambientales y
socio-económicas de la región. Por muchos años,
tanto en el Mediterráneo como en otras regiones, ha predominado
el uso del modelo norteamericano de los parques nacionales dando
lugar a lo que se ha llamado "los hijos de Yellowstone"
(Everhart, 1972, pp. 200). Considerando las realidades ambientales
y sociales del Mediterráneo -entre ellas la importancia
de los paisajes culturales- sería interesante definir
y proponer cual es la visión de la región sobre
las áreas protegidas y cuales deben ser los modelos más
adecuados a aplicar en el futuro. Sin dudas esta "Posición
Mediterránea" sería un importante insumo
al "Acuerdo de Durban" y propiciaría un marco
conceptual común para el trabajo futuro en la región.
Plan de Acción para el Mediterráneo de la Comisión
Mundial de Áreas Protegidas (CMAP): hasta el presente
el trabajo de la CMAP se ha compartimentado en dos regiones:
Europa y el Norte de África-Medio Oriente. Ambas regiones
de la CMAP cuentan con sus respectivos Planes de Acción,
sin embargo cabría preguntarse ¿realmente puede
mantenerse esta compartimentación al enfrentar las necesidades
y retos del Mediterráneo? ¿No podría proponerse
un enfoque eco-sistémico al trabajo de la comisión
para fortalecer y promover el intercambio de conocimientos y
experiencias entre el Mediterráneo septentrional y meridional?
Un plan de este tipo sería un valioso apoyo al trabajo
del Centro para la Cooperación en el Mediterráneo
de la UICN así como el de otras instituciones que operan
en la región.
Lo anterior son solo ideas a considerar por los especialistas
del Mediterráneo al abordar el proceso de preparación
regional hacia el Congreso de Durban. El objetivo de las mismas
es promover una aproximación pro-activa hacia el Congreso
y hacer el mejor uso posible de esta oportunidad única
de influenciar la Agenda sobre Áreas Protegidas para el
Siglo XXI. El V Congreso de Parques no debe verse como el fin
de este proceso sino como una etapa en el marco de un programa
a largo plazo que nos conduzca de Málaga a Durban y de
Durban al lugar donde se celebre el VI Congreso Mundial de Parques.
Este proceso regional debe tener presente el tema del Congreso
"Beneficios más allá de las Fronteras".
Sin dudas son muchas las fronteras aún por romper para
lograr acciones más efectivas, no solo en las áreas
protegidas sino también en el paisaje que las rodean, tendentes
a la conservación y uso sostenible de los recursos de la
región para el beneficio de las sociedades del Mediterráneo.
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