Una eco-región peculiar: La biodiversidad
mediterránea
Entornos
terrestres
La región mediterránea sufre
numerosas endemias que han ocasionado que
se la considere como uno de los lugares
de mayor concentración de biodiversidad
en el ámbito mundial. En parte, este
hecho se debe a que esta zona se salvó
de los últimos períodos de
glaciación, a la presencia de macizos
montañosos importantes (por ejemplo,
el Atlas, la cordillera del Taurus al sur,
las zonas de Gúdar, Javalambre, Levante
)
y también a la larga historia de
los diversos usos de la tierra por parte
de la población local que ha creado
y mantenido una amplia gama de hábitats.
Se ha constatado que en Marruecos, ciertos
datos indican que este país cuenta
con una diversidad de especies y un porcentaje
de endemias particularmente elevado, puesto
que cuenta con 3.800 especies de plantas,
de las cuales 829 son endémicas.
Cuatro de ellas están en peligro
de extinción y 238 especies se encuentran
directamente amenazadas. Otros países
con una gran riqueza de especies y endemias representativas de toda la región
son Siria (2.600 especies, 395 endémicas)
y Grecia (4.000 especies, 554 endémicas).
El índice de endemias en las islas
mediterráneas es especialmente elevado,
con un 10 % de especies que con frecuencia
son endémicas.
La diversidad biológica del Mediterráneo
no se limita a las plantas. De las 62 especies
de anfibios que hay en el Mediterráneo,
35 son endémicas (56 %), al igual
que las 111 de las 179 especies de reptiles
(62 %). En Marruecos, por ejemplo, existen
93 especies de reptiles, 20 de las cuales
son endémicas (21 %). De las 184
especies de mamíferos registradas,
el 25 % son endémicas y 52 especies
están amenazadas (sin contar los
mamíferos marinos). El 28 % de las
especies marinas halladas en el Mediterráneo
son endémicas.
El Mediterráneo también se
distingue por su enorme importancia debida
a las poblaciones de aves, ya que se encuentra
en la ruta migratoria de millones de aves
acuáticas. Se estima que unos 2.000
millones de aves migratorias de 150 especies
distintas se detienen en los humedales del
Mediterráneo durante su trayecto
o se establecen allí en períodos
estacionales. Existen veinte especies de
aves amenazadas en el ámbito mundial
que viven en esta región. Siete de
ellas se reproducen en los humedales mediterráneos,
y estos albergan unas setenta especies más,
cuyas poblaciones se hallan amenazadas en
el ámbito local. La explotación
de los recursos hidrológicos de muchos
países mediterráneos hace
que este bioma sea especialmente vulnerable.
Prácticamente con 5.000 islas e
islotes (las cifras difieren ligeramente
de un organismo a otro), el Mediterráneo
comprende uno de los mayores grupos de islas
del mundo. La región posee un elevado
valor para la biodiversidad global debido
a su riqueza de especies, su tasa relativamente
alta de endemias, su larga historia, y la
tolerancia de todo tipo de trastornos, así como su papel de laboratorio
natural para los estudios evolucionistas.
Existen aproximadamente 4.000 islas de menos
de 10 km2 en la región del Mediterráneo,
y 162 islas que alcanzan, por lo menos,
10 km2. Las nueve islas del Mediterráneo
de más de 1.000 km2 suman el 83 %
del área total de las islas.
Todos los países mediterráneos
han creado redes de áreas protegidas
con el objetivo de proteger las zonas prístinas
o representativas, tanto terrestres como
marinas. Algunas de ellas están deshabitadas,
otras dependen de la participación
activa de los habitantes del lugar o de
los alrededores para el mantenimiento de
sus valores naturales.
El
entorno marino del Mediterráneo
El mar Mediterráneo cubre alrededor
de 2,5 millones de km2, con un litoral aproximado
de 46.000 km. Se considera un mar poco productivo,
aunque es uno de los más diversos
en cuanto a especies. El mar Mediterráneo
incluye el 6 % de las especies mundiales
con menos del 1 % del área oceánica
mundial, y mientras que gran parte de la
fauna es originaria del Atlántico
o el Mar Rojo, los niveles de
endemismo también son elevados (28
%), incluyendo algunas especies emblemáticas
que se interesa conservar globalmente.
La introducción de especies no autóctonas
constituye uno de los impactos más
profundos e irreversibles de las actividades
humanas en los ecosistemas naturales. En
el mar Mediterráneo, el número
de especies exóticas se calcula alrededor
de 1.000 6 Muchas de estas especies se han
convertido en invasoras y han ocasionado
considerables efectos ecológicos
y económicos en algunos países
del Mediterráneo.
El Mediterráneo alberga un gran número
de especies gravemente en peligro, pero
todavía no se ha realizado la evaluación
del estado de algunos grupos marinos vulnerables
y poco conocidos, como los tiburones y otros
peces de esta especie. Hasta el momento,
la atención se ha centrado en especies
emblemáticas y carismáticas,
como la foca monje o las tortugas marinas,
pero una primera evaluación del estado
de los tiburones ha mostrado que se considera
que algunas especies del mar Mediterráneo
se han extinguido, y otras sufren la amenaza
de extinción. |