El contexto mediterráneo
Las primeras zonas marinas protegidas en
el Mediterráneo fueron creadas a
principios de los años sesenta, como
el Parque nacional de la isla de Mljet en
la antigua república de Yugoslavia
(1960), o el parque nacional de Port Cros
en Francia (1963). Actualmente, la superficie
marina en el Mediterráneo bajo protección
se eleva a más de 500.000 hectáreas,
la mayoría de ellas situadas en el
Mediterráneo septentrional.
Las áreas marinas protegidas gestionadas
eficazmente tienen un papel importante ya
que pueden ayudar a proteger los ecosistemas
marinos frágiles, a preservar el
patrimonio natural y cultural, a mejorar
el uso sostenible de los recursos marinos
y a promover actividades económicas
locales.
Marco
político
La región mediterránea fue
la primera en el mundo en poner en marcha
un Programa de Mares Regionales a través
del Protocolo de Áreas Especialmente
Protegidas (AEP) del Convenio de Barcelona
(1996).
Tres modelos internacionales de redes ecológicas
se han establecidoen la región: Red
Esmeralda, Natura
2000 y la red de Zonas
Especialmente Protegidas de Importancia
para el Mediterráneo (ZEPIM).
Esta última es la única que
hace referencia a áreas protegidas
marinas y costeras. Actualmente, no existe
coordinación entre estos tres instrumentos
internacionales, lo cual subraya la necesidad
de fomentar una mayor cooperación
entre estas redes.
UICN-Med contribuye al Convenio de Barcelona
apoyando actividades desarrolladas por el
Centro de Actividades Regionales para las
Áreas Especialmente Protegidas (RAC/SPA)
en Túnez.
La oficina de UICN-Med desarrolla una serie
de actividades para respaldar los estados
mediterráneos costeros en su compromiso
para alcanzar los objetivos de la red de
áreas marinas protegidas en el 2012,
establecidos en la Cumbre Mundial de Desarrollo
Sostenible de Johannesburgo, en 2002.
Tipo de Áreas Marinas Protegidas
En el Mediterráneo, las áreas
marinas protegidas pueden ser creadas por
diferentes organismos y con diferentes objetivos:
- Áreas
protegidas para conservar la diversidad
de vida marina según tres aspectos
de biodiversidad:
diversidad ecosistémica (hábitat
y especies), riqueza en especies y diversidad
genética.
- Áreas protegidas como herramienta
de gestión
pesquera (reserva de pesca), tradicionalmente
designada por autoridades de pesca para
mejorar los recursos de pesca comercial;
y
- Áreas
protegidas para la conservación
del patrimonio cultural
submarino, que suelen ser designadas por
instituciones vinculadas a la cultura
y a mar.
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