Introducción
Las fanerógamas marinas son plantas superiores que se originaron en el medio terrestre. Mediante diferentes mecanismos de adaptación, a través de millones de años, fueron poblando zonas húmedas, costeras y finalmente, marinas.
Las praderas marinas juegan un papel en la costa muy importante ya que estabilizany favorecen la sedimentación, atenuando la erosión costera y aumentando la claridad de las aguas. También oxigenan las aguas y son responsables de una elevada producción de materia orgánica, la cual en parte sirve de alimento a otros ecosistemas. También constituyen un importante sumidero de carbono a largo plazo. Paralelamente las praderas marinas constituyen el hábitat de gran diversidad de especies y contribuyen a mantener los recursos pesqueros.
Las praderas de Posidonia oceanica, especie endémica, única en el Mediterráneo, constituyen uno de los hábitats con mayor biodiversidad de la Tierra y el ecosistema marino más importante, complejo y extendido de este mar, creando importantes beneficios económicos para las economías locales de las poblaciones costeras. Estimaciones realizadas sobre las praderas de Posidonia del litoral de las Islas de Ibiza y Formentera muestran la excepcional capacidad de sumidero de carbono de estas comunidades, así el conjunto de las praderas de las Baleares secuestran aproximadamente el 8.7% anual de las emisiones de CO2 de las dos islas. En el mercado global de carbono esta producción estaría valorada en torno a 4 mil millones de euros, es decir, unos 6 euros m-2. Estas cantidades hacen referencia exclusivamente a la fijación de carbono pero las cifras serían mucho mayores si se incluyeran otros valores como la biodiversidad o las especies de interés pesquero.
Originariamente, gran parte del litoral andaluz estaba poblado por praderas marinas en mayor o menor densidad. En las costas andaluzas existen cuatro especies de estas fanerógamas: Zostera marina, Zostera noltei, Cymodocea nodosa y Posidonia oceanica, esta última objeto del actual Proyecto Life+Posidonia Andalucía. Hoy en día muchas de estas praderas se encuentra en regresión y en algunas localidades ya no se observa su presencia.
Las causas de esta regresión son muy diversas y la mayoría de las pérdidas de estas praderas están relacionadas con la actividad humana como:
- las obras en el litoral, infraestructuras costeras o dragados que modifican el litoral costero y su dinámica,
- la pesca ilegal de arrastre;
- los vertidos incontrolados y la eutrofización, es decir, un exceso de materia orgánica que disminuye la calidad de las aguas, afectando así al proceso de fotosíntesis de la vegetación submarina,
- o el fondeo de embarcaciones que produce el desprendimiento o erosión de las plantas del fondo marino.
Existen además otros fenómenos naturales que provocan la regresión de estos ecosistemas, como son las enfermedades o las lluvias torrenciales, que magnifican procesos erosivos previos o al contrario, entierran las praderas bajo aluviones de sedimento, producidos por erosión tierra adentro u obras costeras, como en el caso de las praderas de Maro-Cerro Gordo.
En los siguientes apartados se muestra la distribución de las principales extensiones de praderas marinas presentes en el litoral Mediterráneo Oriental Andaluz, según diversos estudios realizados en los últimos años.